Ir al contenido principal

ARTÍCULO FINAL

 ¡HOLA A TODOS! 

Se acerca el final del curso y con él mi recorrido por la asignatura de Literatura Infantil. Hoy quiero presentaros mi resumen, reflexión y conclusión sobre ella y todo lo que me ha enseñado, en forma de “artículo final”.


Quiero empezar agradeciendo a esta asignatura y a mi profesora Irune por su forma de transmitirla, el cambio que han provocado en mi manera de ver y entender la literatura infantil. No tengo más que mirar el documento que guardo en mis archivos con el nombre “conceptos previos” y compararlo con las actividades que he ido realizando y publicando en este blog para darme cuenta de todo lo que he aprendido. Comencé esta asignatura conociendo 5 libros infantiles y 4 términos mal definidos, y acabo conociendo el verdadero significado e importancia de la literatura, además de muchos conceptos teóricos.


De hecho, siendo totalmente sincera, y creo haberlo comentado en algún momento, me impresionó el hecho de que hubiera una asignatura dirigida exclusivamente a la literatura infantil. Y pienso que esto me ocurrió por la mala relación que tenía y me habían inculcado con los libros y la literatura. Evidentemente era consciente de que un mínimo de importancia tenía en la infancia por el simple hecho de que existen infinidad de libros infantiles, pero lo veía con otros ojos, lo entendía de otra manera. A día de hoy estoy totalmente convencida de que la literatura no es un simple pasatiempo al que acudir para que los niños estén entretenidos sin transmitirles su verdadera esencia, como yo mayoritariamente he visto que ocurre en la etapa de infantil; o un ítem curricular que debe cumplirse, tal y como está enfocado en la etapa de primaria. Sino que debe ser concebida como un pasatiempo al que cada uno acuda por gusto, entendiendo que es una oportunidad para adentrarnos en un mundo interpretado y moldeado como cada uno de sus lectores creamos oportuno. No debe ser entendido como una obligación, sino como un momento de disfrute, tranquilidad y evasión.


Por otro lado, esta asignatura me ha servido de impulso para buscar alternativas a lo que ya conocemos en el ámbito docente, en general. La constante demanda de imaginación y creatividad por parte de Irune, tanto en el contenido de las actividades, como en el formato de presentación, invita a no acomodarse y a experimentar cosas nuevas. Además, ha sido una manera de trabajar muy amena y positiva, en cuanto a que los comentarios entre compañeros son un recurso que a mi personalmente me ha sido de gran ayuda, o bien para mejorar mis propuestas, o bien para hacer autocrítica y valorar mi trabajo.


A continuación, expondré a modo de resumen lo más significativo de cada uno de los bloques de esta asignatura, así como de sus correspondientes actividades.

 


BLOQUE 1: Literatura Infantil. Análisis y selección.

Este primer bloque y primera toma de contacto con la Literatura Infantil ya me hizo cambiar mi visión sobre esta por la cantidad de términos y conceptos que aprendí y que me hicieron darme cuenta de lo poco que sabía acerca el tema.


Para empezar, yo no sabía que existía una diferencia entre literatura y paraliteratura, de hecho, no conocía ni el concepto de paraliteratura. Yo siempre había pensado que todo lo que los educadores ofrecen a sus alumnos debe enseñarles y educarles, incluyendo la literatura. Pero estaba equivocada, con la literatura es diferente. Esta es definida como el arte que utiliza las palabras para manifestarse, por lo que no tiene nada que ver con enseñar ni inculcar valores o pensamientos. Es decir, los maestros no debemos ofrecerles la oportunidad a los niños de mantener contacto con la literatura para que aprendan algo, sino para que disfruten, provocar sensaciones en ellos, dar pie a distintas interpretaciones y hacer sentir que todas las ideas que surgen sobre esa historia son válidas, no hay nada incorrecto ni correcto, simplemente hay que encontrar una interpretación propia. Hay que aclarar que la paraliteratura no es mala ni de mala calidad, simplemente se emplea con un fin diferente.


Por tanto, solo aquellos textos que cumplan todas las siguientes características será literario: tener un objetivo artístico, emplear la función poética sobre las demás, pertenecer a uno de los tres géneros literarios (narración, poesía o teatro) y ser un texto de ficción. De forma que, si cumplen estas características a excepción de al menos una de ellas, serán textos paraliterarios (la característica en la que suelen diferir es el objetivo principal, estos textos son de carácter moralizador o didáctico). Los textos literarios no pueden emplearse para referirse a un área de conocimiento, para ello hay que emplear los paraliterarios, con el objetivo de transmitir un aprendizaje.


Centrándonos en la Literatura Infantil, he aprendido a mirarla como lo que es, un género más dentro de la literatura al que hay darle el valor y la calidad que merece, al igual que a otros géneros, aunque difiera en temas o en la forma de tratarla. Por ejemplo, la función poética en la literatura infantil será más básica, empleando las figuras retóricas más sencillas (personificación, metáforas sencillas, adjetivación…).


Asimismo, creo importante mencionar lo verdaderamente reciente que es la literatura infantil, ya que a lo largo de la historia se han creado textos dirigidos a niños con el objetivo de inculcar una enseñanza o unos valores, es decir, realmente se creaba paraliteratura con fines didácticos y moralizantes. Y esta es la razón por la que, como he comentado antes, yo no conocía la diferencia entre estos dos conceptos, porque siempre se ha dado un uso pedagógico a los textos para niños.


Fue a mediados del siglo XX cuando comenzaba a surgir la verdadera literatura infantil, aunque mayoritariamente escrita en prosa, dejando en el olvido al teatro y la poesía. Comenzaban a crearse los personajes arquetípicos con los que los niños podían identificarse, convirtiéndose en los protagonistas de las historias y disfrutando por fin de experiencias artísticas.


Mencionando el teatro y la poesía, creo conveniente resaltar que los textos teatrales son escritos para ser representados y no leídos, y por ello es un gran recurso para integrar en la actividad de un aula. Es un género poco valorado y empleado en la etapa infantil, cuando realmente permite a los niños superar barreras y comprender que los hechos y las palabras pueden tener diferentes interpretaciones y perspectivas, además de todos los beneficios motrices y relacionados con el lenguaje y la expresión que aporta. De la misma manera, la poesía queda en un segundo plano también. Sin embargo, es un género que puede dar mucho juego en un aula para salir de la rutina y aportar muchas cosas positivas a los niños como desarrollar su sensibilidad, poner en práctica la memoria, desarrollar la creatividad…


Algo muy importante de este primer bloque (tanto que es la herramienta principal en la actividad 1), son los cuentos de autor. En ellos, los niños protagonistas son el reflejo de los niños receptores, son sencillos y cercanos, creados principalmente para favorecer la maduración del niño receptor en tres ámbitos: la interiorización del yo, la inserción social y el desarrollo lingüístico. Además, ha de tenerse en cuenta su momento evolutivo, su edad, su contexto familiar y un largo etcétera. De esto precisamente trataba la actividad 1, de analizar los textos de autor, cuya clave es conocer a los niños previamente para saber sus gustos y si psicología y hacer una buena elección. Para ello hay diferentes ítems por los que guiarnos: el formato (aspecto externo, tipografía, ilustraciones), el contenido (tema, estructura, protagonista, personajes, valores/ contravalores y lenguaje/uso de la lengua).


Por tanto, la actividad consistió en esto, seleccionar un libro infantil y analizar y justificar a qué edad estaba dirigido, con el objetivo de aprender a hacer una selección de libros para el día de mañana emplear en el aula o crear una pequeña biblioteca en el aula.

El aprendizaje más significativo que extraje de esta primera actividad fue el meterme en la cabeza de los niños y saber reconocer un buen cuento visto a través de sus ojos y no desde mi postura de adulta y futura educadora. Además, me encantó descubrir el libro que me tocó analizar, así como muchos de los de mis compañeros que tampoco conocía y que gracias a este formato de trabajo he podido descubrir.



BLOQUE 2: Textos folclóricos. Selección y adaptación.

El segundo bloque de la asignatura me descubrió un mundo nuevo, la literatura folclórica. Me hizo reafirmarme en que no conocía apenas la literatura por todo lo que aprendí, entre otras cosas, a ubicar esos cuentos y canciones míticas que cuentan las abuelas.


Y es que el folclore es entendido como las tradiciones culturales de una comunidad y en cuanto a literatura, que es lo que nos interesa, se refiere a las historias de pueblos y sociedades que han ido evolucionando a lo largo de los siglos y se han ido transmitiendo oralmente de generación en generación. Por ello las características fundamentales del folclore son: el anonimato, ya que los textos tienen tantos autores como personas no hayan narrado, la oralidad y la multiplicidad de variantes.


Esos míticos cuentos de las abuelas son los cuentos folclóricos, textos en prosa que no son originalmente literatura para niños, ni mucho menos. Son literatura “de grupo” con diferentes funciones (religiosa, iniciática, mágica, didáctica o moralizante), aunque la principal era la lúdica, ya que eran textos que narraban verdades en forma de cuento como entretenimiento en reuniones familiares o de amigos. Generalmente se les llama cuentos, pero realmente estos se distinguen de las leyendas (tradiciones locales), los mitos (relatos sobre dioses y héroes) y las fábulas (relatos protagonizados por animales con una moraleja explícita de carácter moralizante), los tres paraliterarios.


Y esas míticas canciones de las abuelas son la lírica folclórica que estaba totalmente relacionada con el juego, el ritmo, el movimiento corporal… Podemos encontrarla de diferentes formas (retahílas, canciones, trabalenguas, nanas…) y todas ellas comparten su componente más atractivo, el absurdo argumental que tienen desde sus orígenes o que surge como consecuencia del “boca a boca”.


También encontramos el género dramático dentro de la literatura folclórica. El teatro comenzó a tener una función didáctica a la par que lúdica por el gran atractivo, tanto para adultos como para niños, que tenían los títeres y marionetas que se empleaban. El guión de las representaciones siempre era el mismo, solo variaban los objetos y los personajes.


No puedo pasar por alto el mencionar a Vladimir Propp, el folclorista que clasificó los cuentos populares en mitos, cuentos de animales, cuentos de fórmula y cuentos de hadas o maravillosos; y desarrolló el “paradigma de Propp” que recoge las circunstancias estructurales del cuento maravilloso. Así como a los grandes recopiladores y adaptadores (Perrault, Los hermanos Grimm, Andersen…) que hicieron posible que gran parte de la literatura folclórica llegue a nuestros días por escrito.


Esta vez la actividad iba más unida a esta última parte del bloque. Me puse en la piel de esos recopiladores y adaptadores y traté de seleccionar y adaptar un cuento folclórico a un aula de infantil. De nuevo debí tener en cuenta el momento evolutivo, gustos y necesidades de los niños para saber cuál elegir, cómo adaptarlo y cómo transmitirlo.


El mayor aprendizaje que saqué de cara a mi futuro docente fue la amplísima variedad de formas en que se puede presentar la literatura y cómo debo aprender a transmitir cada una de ellas. En este caso no había el apoyo visual de un libro, ya que los textos folclóricos son para contar o cantar y no para leer, por tanto, la manera de llevarlo al aula era completamente diferente a lo que había visto anteriormente y estaba acostumbrada. De nuevo comprobé la importancia de no confundir los diferentes fines con los que se emplean la literatura y la paraliteratura, gracias a la parte de la actividad en la que debía plantear preguntas que hacer a los niños al terminar de contar el cuento. Fue un ejercicio para fortalecer el no ensuciar o anular el carácter lúdico de la literatura. De hecho, la compañera que me dejó un comentario me dijo que no entendía por qué había incluido la última pregunta (“¿Qué aprendizajes podemos extraer de esta historia para nuestra vida real?”) si con ella estaba haciendo un uso paraliterario del texto. Mi respuesta se resume a esto: “Esta pregunta la pongo la última por si pudiera condicionar las respuestas anteriores por la forma en que está formulada. Y, por supuesto, teniendo en cuenta que no hay respuesta correcta, simplemente se plantea para conocer cómo ha interpretado cada uno la historia. Es decir, no espero que me den una respuesta que yo como adulto daría”.



BLOQUE 3: Creación literaria con y para los niños de Infantil.

Este tercer bloque expone el gran valor de la creación literaria en el aula como solución a un enorme problema que todavía sucede en muchas escuelas y que, al fin y al cabo, sufren sus alumnos: el desinterés y despreocupación por la biblioteca y oferta literaria.


Este bloque lo interpreto como un refuerzo de todo lo que venimos arrastrando de los bloques anteriores, un refuerzo sobre la idea de conocer a nuestros alumnos y su psicología evolutiva para hacer nuestro papel correctamente en cuanto a la literatura.

Si hasta ahora hemos ido aprendiendo hasta qué punto esta es importante en las aulas de infantil, ¿por qué no crearla nosotros mismos y con los niños? Al fin y al cabo, nadie mejor que nosotros (que les conocemos como profesionales) y ellos mismo, va a saber qué les interesa leer.


Además, la creación literaria debería convertirse en una actividad rutinaria a llevar a cabo cada poco tiempo por la cantidad de beneficios que trae consigo. Es una actividad en la que el maestro queda en segundo plano y actúa como un simple guía, permitiendo que los niños sean totalmente los creadores de sus historias, fomentando su autonomía, su creatividad y su imaginación. Además, en esta etapa lo ideal es que sea una actividad colectiva y oral, por lo que también refuerza el trabajo en equipo y el respeto entre compañeros. Excepto por ciertos aspectos técnicos necesarios que el maestro debe controlar (argumento cercano a sus intereses, vocabulario y lenguaje ajustado a la edad, estructuras morfosintácticas sencillas, estructura del texto sencilla, manejabilidad y resistencia del libro, etc.) es una práctica totalmente libre y muy versátil por todas las opciones que ofrece la literatura, en cuanto a géneros y estrategias de creación.


La creación en prosa narrativa es la manera más natural de expresión y con la que todos nos sentimos más cómodos. Para llevarla a cabo existen multitud de estrategias. Yo he conocido unas cuantas muy sencillas que pueden llevarse al aula de infantil sin ningún impedimento, ya que lo único necesario es la imaginación de los niños y la escritura del maestro. Cada una de ellas tiene un proceso creativo y un resultado diferente por lo que las posibilidades son infinitas. Y son: el dibujo, las secuencias, las historias mudas, el binomio fantástico (Gianni Rodari), la hipótesis absurda, los minicuentos, la liberación de la mujer, los cuentos múltiples por núcleos, la estructura de un cuento en otro espacio o tiempo, “y ¿después del cuento”, palabras nuevas en un cuento popular, los cuentos al revés, los apellidos, la bandera, la biografía a partir del nombre, las historias en primera persona y el título metafórico.


La creación en verso parece más atípica pero realmente la vemos por todos lados. El rap, los textos que está de moda escribir en las redes sociales… son poesía popular del siglo XXI y todas comparten una característica: la ausencia de rima. La creación en verso me ha enseñado que la poesía no tiene por qué rimar para serlo, de hecho, el bloque nos muestra numerosas estrategias para la creación poética que no implican rima. Por ello es importante quitarnos de la cabeza la idea de “no puedo hacer poesía porque no se rimar” y atrevernos a introducirla en el aula como una actividad más. Lo único necesario son los recursos literarios que desarrollarán la sensibilidad estética de los niños, además de su creatividad, habilidades lingüísticas…


En este caso las estrategias suceden de forma escalonada comenzando por juegos poéticos como toma de contacto con el verso, pasando por la creación guiada hasta llegar a la autónoma. Estas estrategias son: “¿cómo es”, los tantanes, la letra madre, los trabalenguas, las adivinanzas, los pareados, las greguerías, las letanías, los acrósticos, los caligramas, “¿cómo te llamas?”, las repeticiones, los poemas de preguntas, los encadenamientos, el enredar poemas, la recreación de poemas, el poema absurdo y el poema sobre canción.


Posiblemente cuando más útil es la creación literaria en aula es a la hora de crear textos dramáticos, ya que es difícil encontrar textos que puedan ser representados en la etapa de infantil por diversas razones. Al final es más fácil representar nuestras propias creaciones ya que están hechas “a medida”, empleando la estrategia que nosotros (maestro + alumnos) queramos, siendo conscientes del espacio y recursos que tenemos, el número de personajes a incluir… Además, es una actividad todavía más divertida y dinámica, si cabe, ya que los niños participan en la creación del texto y en su posterior representación. Las estrategias para llevarlo a cabo serán las mismas que para la creación en prosa, aunque añadiendo una nueva, el juego de roles. Este consiste en que cada niño dice quién y cómo quiere ser, y ya con los personajes creados se hace la historia y se van añadiendo detalles al argumento fruto de su propia improvisación.


Lo mejor de todo es que cualquiera de estos textos puede quedar plasmado en un libro, como recuerdo del gran esfuerzo y dedicación que pusieron cada uno de ellos para la creación de sus textos, ya que la creación de libros es también una buenísima opción complementaria a todo lo anterior que les hará sentirse orgullosos de su trabajo.


Y justo por esto la actividad 3 fue mi favorita y la que más disfruté, porque emplear todo lo que he aprendido para crear literatura me parece la mayor recompensa y la mejor forma de reafirmar mis conocimientos. La actividad consistió justo en esto, en crear tres textos (en prosa, en verso y dramático) y uno de ellos convertirlo en libro.


El aprendizaje más significativo de todo este bloque es darle a la literatura el valor que merece y no hacer oídos sordos ante un problema tan serio como la pobre oferta literaria en los colegios. También comprender que la creación en el aula no es solo una muy buena solución a este problema, sino un mensaje que les haga llegar a esta misma reflexión: el verdadero valor de los textos y los libros.


BLOQUE 4: La hora del cuento.

La hora del cuento, un bloque muy importante como futura encargada de transmitir literatura. Con él he reforzado la idea de que los cuentos no pueden ser una estrategia para mantener a los niños atados (metafóricamente hablando) como ocurre con la televisión. Contar cuentos debe ser una experiencia gratificante y divertida, y para ello existe una manera correcta de hacerlo que yo, como futura maestra, debo dominar. Como he mencionado en otras ocasiones, es nuestra responsabilidad conseguir que la literatura no sea un pasatiempo más que se emplee sin sentido, para que los niños no molesten; sino una experiencia que provoque cosas en los niños y que ellos mismos sepan valorar. Además, la transmisión literaria durante los primeros años es la manera más efectiva de acercarles a la literatura, por lo que debe llevarse a cabo de forma correcta y motivadora.


Las claves para conseguirlo las hemos ido desglosando bloque a bloque realmente y se resumen en: tener la capacidad de seleccionar los textos, de crear un ambiente adecuado eliminando el pensamiento de “enseñar” y dedicarle el tiempo y el compromiso necesarios, teniendo en cuenta que la concentración y atención de los niños es escasa a esas edades. Para conseguirlo existen tres estrategias diferentes a emplear en una buena hora del cuento: el cuentacuentos, la narración con libro y la lectura.


El cuentacuentos es la estrategia que se sigue para la transmisión de textos folclóricos: el boca a boca sin apoyo visual. Es decir, es una estrategia con la que el receptor debe duplicar su imaginación para crear en su mente las imágenes que acompañen a la narrativa. Para ello el maestro debe emplear unas técnicas que lo facilitarán, como por ejemplo el tipo de narrador que va a ser, el ritmo de narración, la entonación, las pausas, las expresiones…; lo que implica conocer el texto previamente.

La narración con libro es algo parecida a la anterior. Se trata de contar un texto con tus propias palabras, pero contando con un apoyo visual (el libro original, ampliaciones, proyecciones…); de tal manera que el maestro va contando la historia basándose en las imágenes que muestra a sus alumnos, cerciorándose de que atienden a las técnicas empleadas (los gestos, los movimientos, la entonación…). Además, para los prelectores es muy recomendada la narración dramatizada, de forma que los niños son cómplices en la narración representando los personajes del cuento con sus gestos, sonidos, emociones…


Por último, la lectura consiste en leer literalmente un libro teniendo en cuenta algunas de las técnicas del cuentacuentos (ritmo, pausas, entonación, volumen…) pero nunca infantilizando la lectura, es decir, sin exagerar la entonación ni cambiar las voces de los personajes. Al fin y al cabo, la lectura es una estrategia empleada comúnmente en la etapa en la que la curiosidad y el ansia por aprender inunda a los niños y estos momentos sirven de ejemplo y alimentan su deseo por conocer el mundo que hay detrás de la lectura.


La actividad de este bloque fue las más gratificante con diferencia. Consistió en llevar la hora del cuento al aula durante nuestro periodo de prácticas, por lo que pude vivir en primera persona lo que los niños sienten con las lecturas cuando estas se hacen bien. Quiero decir que esta fue una actividad previamente planeada y ensayada, ya que tuve que seleccionar el texto y la estrategia adecuada para la edad, lo que hizo que ese momento fuera especial por todo lo que nos transmitimos mutuamente. Yo fui capaz de dejar mis miedos a un lado y hacer la lectura correctamente transmitiendoles entusiasmo y disfrute, y ellos me lo hicieron saber con sus expresiones y sus palabras al acabar la lectura. Al fin y al cabo, fueron unos minutos en los que los 5 sentidos estuvieron presentes, tal y como se nos pedía en el ABPI y realmente fue bastante sencillo de conseguir por las ganas y la implicación que le puse.



BLOQUE 5: Biblioteca de aula y animación a la lectura.

Este último bloque fue el más diferente, ya que lo tratamos a través del ABPI de manera grupal. Consistió en llevar a la práctica todo lo que hemos aprendido, es decir, plasmar el significado de literatura que hemos interpretado tras cursar la asignatura.


Debimos crear una biblioteca de aula física, argumentando cada detalle del espacio físico y del ambiente. Debimos atender a la organización espacial, la decoración, la gestión del espacio y materiales, la oferta literaria, la animación y motivación por conocer ese espacio, el ambiente que se respira en él…


Este bloque me ha dado las claves para crear una buena biblioteca de aula con el objetivo principal de transmitir a los niños el deseo por conocer la literatura y que cada vez sea una práctica más autónoma. Algunas de esas claves son: crear un espacio agradable, tranquilo y estimulante, en el que se encuentren diferentes formas de literatura, en el que los materiales y el mobiliario este a su alcance, que aporte la sensación de libertad, en el que la oferta literaria sea amplia para atender a los intereses del rango de edad al que va dirigida y variada para provocar diferentes reacciones y emociones…


Creo que, como futuros maestros, crear nuestra propia biblioteca de aula nos ha enseñado mucho ya que engloba todo lo que hemos tratado en esta asignatura. Ha sido el broche final para terminar de afianzar todo lo que Irune ha tratado de transmitirnos desde el principio, no tanto los aspectos teóricos (que también) sino la verdadera esencia de la literatura. Ha sido una manera de tomar consciencia de que nosotros debemos ser los motores que plantan la semilla del interés por este arte en los niños, haciéndoselo llegar de tal forma que entiendan que ellos tienen que seguir cultivando esa semilla.



CONCLUSIÓN

En resumen, el conjunto de esta asignatura me ha servido para aprender el verdadero valor y sentido de la literatura, así como conocer la cantidad de posibilidades que existen dentro de ella para dárselas a conocer a los niños. He aprendido que la literatura infantil no se ciñe a contar el cuento de Caperucita, de Los tres cerditos o El patito feo como estamos acostumbrados; sino que hay infinitas maneras atractivas y motivadoras de introducirla en el aula. Asimismo, he aprendido la importancia de emplear los términos adecuados y tener claro el uso que se le va a dar a la literatura en cada momento.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

    

Labajo, I. (2021). Literatura infantil. CSEU La Salle, Madrid.

He empleado este documento proporcionado por Irune para seguir el ritmo de la asignatura y conocer todo el contenido teórico.  

 

Labajo, I. (2021). Guía de trabajo. Literatura infantil. CSEU La Salle, Madrid.

He empleado este documento también proporcionado por Irune para saber qué pasos seguir para la realización de cada una de las actividades de este blog.

 

Ocampo, J. (2018, 26 febrero). La evolución de la empatía en los niños. guíainfantil.com. Obtenido de: https://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/valores/la-evolucion-de-la-empatia-en-los-ninos/

Empleé esta página en la actividad 1 para conocer las características evolutivas de los niños y ajustar una edad a mi elección.

 

Kalandraka. Recuperado de https://www.kalandraka.com/autores/valencia-beto

En esta página encontré información sobre el libro “Distinta” que tuve que analizar en la actividad 1.

 

Cuentos de Grimm. (s. f.). Piñoncito. Obtenido de: https://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/pinoncito

En esta página encontré el texto folclórico sobre el que realizar la actividad 2.

 

Rivas, S. (2017, 30 marzo). Técnicas para inventar historias (de “Gramática de la Fantasía” – G. Rodari). Neuronilla.

https://www.neuronilla.com/gramatica-de-la-fantasia-aportes-para-contar-historias/

Empleé esta página en la actividad 3 para ver ejemplos de binomio fantástico y guiarme en la creación de mi propio texto.

 

 

 


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

ACTIVIDAD 1 - Libros infantiles de autor. Análisis y selección.

¡Hola a todos! Os doy la bienvenida a mi blog, donde podréis encontrar mis descubrimientos y aprendizajes sobre la literatura infantil. Espero que lo disfrutéis tanto como yo… En esta primera actividad vamos a poner en práctica el análisis de libros infantiles para, en un futuro, poder crear nuestra propia biblioteca infantil y saber reconocer los libros apropiados según la edad pero, sobre todo, para hacer un buen uso de ellos. Digo esto porque precisamente una de las claves más importante es saber diferenciar los textos literarios de los paraliterarios, ya que se emplean para fines distintos. Y este análisis nos ayudará a no confundirlos, así que, empecemos por aquí… La literatura es definida como el arte que utiliza las palabras para manifestarse, por lo que no pretende enseñar ni inculcar valores o pensamientos. Para que un texto sea considerado literario debe cumplir cuatro características: Tener un objetivo artístico. Emplear la función poética sobre las demás. Pertenecer a uno d

ACTIVIDAD 2 - Textos folclóricos. Selección y adaptación.

¡Hola de nuevo! Con esta nueva actividad vamos a adentrarnos en la literatura folclórica y a aprender cómo debe ser su aplicación en el aula, ya que es completamente distinta a los cuentos de autor que vimos en la actividad anterior. Así que… ¡vamos allá!   INTRODUCCIÓN Para comenzar y ponernos un poco en contexto vamos a concretar algunos aspectos teóricos: El folclore es entendido como las tradiciones culturales de una comunidad y en cuanto a literatura, que es lo que nos interesa, se refiere a las historias de pueblos y sociedades que han ido evolucionando a lo largo de los siglos y se han ido transmitiendo oralmente de generación en generación. Por ello las características fundamentales del folclore son: el anonimato, ya que los textos tienen tantos autores como personas no hayan narrado, la oralidad y la multiplicidad de variantes. Nosotros vamos a centrarnos en los cuentos folclóricos más concretamente, definidos como relatos ficticios breves de carácter lúdico y procedentes de l